Fue inédito en la ciudad de San Nicolás. Nunca antes se habían movilizado los vecinos de ese modo, pero tampoco nunca antes se habían sentido tan indignados y abandonados al mismo tiempo, luego que los barrios quedaran con cientos de casas bajo el agua.
"Se invita a ir a las 8:30 hs a la puerta del Concejo de forma pacífica para hacerle sentir a los concejales, al intendente y a los funcionarios que los inundados tienen derechos y que deben ser llevados adelante por la vía legislativa como corresponde", decía uno de los mensajes que se multiplicaron en las redes sociales y que llegaban de celular en celular vía whatsapp. Y tuvo efecto, porque hasta allí llegó una multitud de vecinos indignados por lo que vienen padeciendo.
El Concejo deliberante había convocado una sesión con el objetivo de tratar temas relacionados a las últimas inundaciones e incluía en su agenda plantear un resarcimiento económico para los damnificados, exención de tasas por todo el año 2017 (el municipio sólo ofreció dos meses de gracia), y que se declare la emergencia hidráulica y sanitaria.
Además, desde la bancada del Frente Renovador habían presentado un pedido de interpelación contra el Intendente, Ismael Passaglia, que no fue incluido en la orden del día.
Desde temprano, los vecinos respondieron a la convocatoria y se agolparon en las puertas del edificio hasta que finalmente traspasaron el cerco policía e irrumpieron en la sesión.
La brecha entre oferta y demanda es grande. La oposición reclama un resarcimiento de 90 mil pesos por familia, mientras que el gobierno local prevé una suma infinitamente inferior: sólo 4 mil. Y los vecinos, además, apuntan al municipio porque es al propio Passaglia a quien consideran responsable de lo sucedido en el distrito. Por acción y por omisión.
Le reclaman no haber escuchado a los técnicos que advertían que algo así podía suceder y negarse a mejorar los terraplenes de defensa que se le dijo, estaban perdiendo altura; pero además, hubo desvío de tosca, ausencia de maquinarias y no se compraron a tiempo las bombas que debían colaborar para aliviar la inundación y para las cuales el gobierno provincial, mientras Daniel Scioli estaba a cargo, había enviado los fondos.
"Los concejales la semana pasada apenas ocurrido todo presentaron un proyecto para una reparación económica de $90 mil por familia. El oficialismo está pretendiendo una quita por dos meses de las tasas municipales y hablan de que recibieron un monto de $30 millones lo que dividiéndolo por las familias afectadas da unos 4 mil y pico de pesos. Los vecinos quieren manifestar su propia postura, que se atiendan las necesidades, quieren ser parte de la discusión no solo de la reparación sino con la situación de las obras hídricas porque en 2016 no se hizo absolutamente nada y además la atención médica es bastante desprolija, a veces no hay ambulancia", indicó la senadora provincial del FpV, Cecilia Comerio.
La legisladora denuncia además que "no existió coordinación durante la inundación. Nunca vinieron a preguntarnos si necesitábamos algo o ayudar a coordinar algo. Es la tercera vez que se inunda y no está preparado un comité de crisis. Nos inundamos el 26 de diciembre, el 3 de enero y ocho días atrás".
Por último, aseguró que "la responsabilidad le cabe a todos, pero especialmente al intendente y a la gobernadora que son los que deberían llevar a cabo las políticas y no han hecho nada".
La conformación del Comité de crisis es otro de los puntos que objetaron los vecinos y dado que según dicen, la mayoría de sus integrantes o no conocían el lugar debidamente o no estaban suficientemente preparados para la tarea.
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